domingo, septiembre 17, 2006

Que se oiga bien y que se oiga lejos:


Amigas y amigos:

Estamos aquí para decirles a los hombres del viejo régimen que no claudicaremos. Jamás nos rendiremos. Estamos aquí para decir a los cuatro vientos que defenderemos el derecho a la esperanza de nuestro pueblo, que no aceptamos el oprobio como destino para nuestro pueblo.

Que se oiga bien y que se oiga lejos:

  • No aceptamos que haya millones de niños desnutridos y enfermos, y sin porvenir.
  • No aceptamos que a los jóvenes, que nacieron bajo el signo del neoliberalismo, se les quite el derecho al estudio y se les condene a la marginación social.
  • No aceptamos la falta de presupuesto ni las campañas de desprestigio contra la educación pública.
  • No aceptamos la violación de los derechos de las mujeres.
  • No aceptamos que las mujeres, para conseguir trabajo, tengan que ser vejadas, porque así lo imponen las reglas inhumanas del mercado.
  • No aceptamos la discriminación por motivos religiosos, étnicos o sexuales.
  • No aceptamos que la mayoría de los ancianos del país vivan en el abandono y que quienes se hayan jubilado después de toda una vida de trabajo, reciban una bicoca de pensión.
  • No aceptamos que a los trabajadores, después de los 40 años de edad, se les nieguen las oportunidades de empleo y se les trate como parias sociales.
  • No aceptamos que el salario mínimo no alcance para que el trabajador viva y mantenga a su familia con dignidad y decoro.
  • No aceptamos que, ante la escasez de puestos de trabajo, mujeres y hombres tengan jornadas laborales de más de 8 horas al día.
  • No aceptamos el trabajo infantil.
  • No aceptamos que millones de mexicanos se vean obligados a abandonar a sus familias y a sus pueblos, para ir a buscar trabajo del otro lado de la frontera.
  • No aceptamos que el campesino y el productor tengan que vender barato todo lo que producen y comprar caro todo lo que necesitan.
  • No aceptamos la privatización de la industria eléctrica ni del petróleo en ninguna de sus modalidades.
  • No aceptamos que haya borrón y cuenta nueva. El Fobaproa no es un caso cerrado, es un expediente abierto.
  • No aceptamos el saqueo del erario. Le daremos seguimiento puntual al manejo del presupuesto, a los contratos de obras y servicios y denunciaremos permanentemente todo acto de corrupción.
  • No aceptamos el nepotismo, el influyentismo, el amiguismo, ninguna de esas lacras de la política.
  • No aceptamos el abandono al campo.
  • No aceptamos la cláusula del Tratado de Libre Comercio, según la cuál para el 2008 quedarán libres las importaciones, la introducción de maíz y de fríjol del extranjero.
  • No aceptamos la competencia desleal que padecen los productores nacionales en beneficio de los productores extranjeros.
  • No aceptamos que se siga degradando nuestro territorio, los recursos naturales, por la voracidad de unos cuantos nacionales y extranjeros.
  • No aceptamos que continúe el monopolio de empresas vinculadas al poder que rehuyen a la competencia y obligan a los consumidores mexicanos a pagar más que en el extranjero por las comunicaciones, los materiales de construcción, las tarjetas de crédito y otros productos y servicios.
  • No aceptamos la manipulación que practican algunos medios de comunicación, ni su desprecio altanero por la cultura y por el buen gusto.
  • No aceptamos el autoritarismo, la represión ni la violación de los derechos humanos.

Y menos aceptamos que todas estas grandes injusticias sean producto de la fatalidad y del destino de nuestro pueblo.

No, compañeras y compañeros, amigas y amigos, este es el saldo lamentable del régimen antipopular y entreguista que ha venido imperando y que hoy hemos decidido abolir.